¿Cuándo es necesario realizar una cirugía de cadera?

La cadera es una de las articulaciones más importantes de nuestro cuerpo, ya que soporta el peso y permite el movimiento. Sin embargo, diversas afecciones pueden dañarla, provocando dolor y limitando la movilidad. En ciertos casos, la cirugía de cadera es la mejor opción para mejorar la calidad de vida.

¿Cuándo es necesario una cirugía de cadera?

La cirugía se recomienda cuando tratamientos como medicamentos, fisioterapia y cambios en el estilo de vida ya no alivian el dolor o mejoran la funcionalidad. Las razones más comunes para considerar una cirugía son:

• Artritis grave (osteoartritis o artritis reumatoide): El daño severo en las superficies articulares limita el movimiento y causa dolor constante.

• Fracturas de cadera: En casos de fracturas graves que no sanan bien con tratamiento conservador.

• Lesiones deportivas o traumatismos: Fracturas o lesiones complejas que requieren intervención quirúrgica.

• Necrosis avascular: La interrupción del flujo sanguíneo a la cabeza del fémur puede causar la muerte del hueso y daño a la articulación.

• Deformidades congénitas: Algunas personas nacen con deformidades que necesitan corrección quirúrgica.

  
  

¿Cuáles son los síntomas que indican la necesidad de cirugía?

• Dolor constante que no mejora con medicación o fisioterapia.

• Dificultad para moverse o realizar actividades cotidianas.

• Rigidez que impide flexionar o mover la cadera con normalidad.

• Deformidad visible en la cadera o la pierna.

• Inestabilidad o caídas frecuentes por falta de soporte.

  
  

Causas comunes de problemas en la cadera

• Osteoartritis: Desgaste del cartílago articular.

• Artritis reumatoide: Inflamación que daña las articulaciones.

• Lesiones traumáticas: Caídas, accidentes o fracturas.

• Necrosis avascular: Pérdida de suministro sanguíneo a la cadera.

• Displasia de cadera: Desarrollo anormal de la cadera desde el nacimiento.

  
  

Tratamientos para problemas de cadera

Los tratamientos dependen de la causa del dolor. Entre los más comunes se incluyen:

• Medicamentos: Analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor.

• Fisioterapia: Ejercicios para mejorar la flexibilidad y fortalecer la cadera.

• Inyecciones de esteroides: Para reducir la inflamación.

• Cirugía de cadera: En casos graves, se puede realizar un reemplazo total de cadera, reemplazo parcial, artroscopia o cirugía correctiva (osteotomía).

  
  

Conclusión

La cirugía de cadera puede ser la solución cuando el dolor y la limitación de movimiento afectan tu calidad de vida. Si tienes síntomas persistentes como dolor, rigidez o dificultades para moverse, es importante consultar a un ortopedista para determinar si la cirugía es la opción adecuada. Cada caso es único, y un especialista podrá ofrecerte el tratamiento que mejor se adapte a ti.